domingo, 19 de abril de 2015

QUINCE AÑOS SEPARAN A LOS DOS GRANDES

Marc Márquez podría haberse conformado con ser segundo y seguir en los primeros lugares de la clasificación provisional del campeonato. Es esta una frase que pude leer en las RRSS y en varios medios de comunicación al término de la carrera del Gran Premio de Argentina. Desde luego que sería lo más lógico al ver el ímpetu de Rossi debido a su mejor elección de neumáticos, pero quien piense o diga esto es que no conoce a Márquez. El doble Campeón del Mundo de Motogp no contempla esa posibilidad como filosofía de vida. Para él es ganar o ganar. 
Es indudable que se precipitó y quiso rebasar a Valentino cuando aún faltaban casi dos vueltas para el término de la carrera. Pudo quedarse detrás y estudiar un poco al de Yamaha, pero Marc es instintivo y no permite, si puede, que nadie esté por delante de él, aunque esto le perjudicara en Termas de Rio Hondo. En su ADN no figura el hecho de ceder ante nadie y el segundo siempre es el primero de los que pierden. 
Esta vez la experiencia del piloto mas veterano del Mundial se impuso y como una paciencia franciscana fue arañando décima a décima la diferencia de cuatro segundos que le separaba del líder Márquez. Este veía como en la pizarra le marcaban vuelta a vuelta que su ventaja disminuía vertiginosamente.
Valentino busco en su disco duro de su dilatada carrera deportiva algo que le permitiera imponerse al de Honda, consciente de como se comporta Marc en el cuerpo a cuerpo. Aguantó la embestida del español y en el siguiente viraje se produce la caída de su rival al golpearse este con su rueda delantera la trasera suya. Para mi, después de ver desde diferentes ángulos ambos lances, creo sinceramente que la culpa es compartida por ambos. En el primer toque me parece que el error es de Marc y en segundo de Valentino. En declaraciones posteriores ninguno reprochó nada al contrario. Son dos buenos fajadores. Rossi lo calificó de lance de carrera y Márquez dijo que hoy había aprendido algo más de Valentino. 
Lo que si es cierto es que la lucha en estos primeros compases de la temporada está centrada entre dos pilotos separados por quince años. Valentino ha demostrado su talento y su pundonor y sus treinta y seis años no son un impedimento para luchar como si tuviera veinte. Ya el año pasado fue el subcampeón y este  lleva dos victorias de tres carreras disputadas. A priori es el encargado de ponerle las peras al cuarto al gran favorito Márquez. Pedrosa está lesionado y Lorenzo por pitos o por flautas, no está siendo, de momento, el gran rival que todos esperábamos. 
La siguiente cita será Jerez y las espadas están en todo lo alto. Faltan quince carreras por disputar y todo puede pasar. Márquez es un piloto que se crece y la presión parece que no va con el. Por el contrario Rossi, que cuenta con muchos seguidores en España, llega a la ronda andaluza con un bagaje de puntos importante y este tampoco es de los que se arruga. Todavía no es tiempo de sacar la calculadora y Marc saldrá a por la victoria con más ganas si cabe, ya que es para lo único que sale a la pista. En el circuito jerezano podría producirse un choque de trenes y el espectáculo será fantástico.


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