ESPECTÁCULO A LO GRANDE

Si digo que el motociclismo es uno de los espectáculos sublimes que nos puede brindar el deporte, alguien me dirá que es una perogrullada de primer nivel y con razón. Y es verdad. Carrera a carrera esta especialidad del motor nos brinda detalles y secuencias de imágenes que nos hacen disfrutar a los que nos gusta la plástica, y sobre todo el deporte. Lo vivido hoy en el circuito italiano de Mugello ha sido una  muestra  que nos puede ofrecer el gran espectáculo del motociclismo.

Para empezar, en moto3, Hacía tiempo que no teníamos la oportunidad de ver una carrera como la de hoy. Ha habido momentos en los que una veintena de pilotos se disputaban la victoria. En la frenada de San Donato - primera curva después de la larguísima recta de meta - cinco o seis pilotos en batería se jugaban la supremacía en la carrera. Y así vuelta tras vuelta. Nada se ha decidido hasta el final. Y para muestra un botón: tres milésimas ha habido tan solo entre  tercero y cuarto al pasar por debajo de la bandera de cuadros. Cuatro marcas pugnando por la victoria y, como decía anteriormente, veinte pilotos empeñados en vencer. Lances ha habido de todos los colores, hasta el punto que creí necesitar un cinturón de seguridad para el sofá.

Y que decir de motogp. Márquez, que salía decimotercero, llegó a adelantar a diez pilotos en tan solo la primera vuelta. ¿Se puede pedir más? Las imágenes de la cámara que llevaba en su moto nos ha brindado una secuencia sensacional. Todos los lances, las aproximaciones, los huecos que parecían inexistentes y las condiciones de un piloto excepcional. Su lucha con Ianone ha sido una de las que recordaremos por mucho tiempo. Y al final, la caída. Durante toda la carrera tanto fue el cántaro a la fuente, que al final se rompió. Lo que no le daba su Honda, lo ponía él yendo al límite en cada viraje. Según sus palabras, no sentía la rueda trasera y así era muy complicado continuar. 

Creo que lo he dicho en más de una ocasión. Para Marc es o victoria o caída. No hay alternativa. No hay calculadora que le diga que es mejor veinte puntos que ninguno. Lo lleva en su ADN. Falta aún mucho campeonato, pero las ocasiones se van diluyendo. Hoy se ha disputado la sexta carrera del año y cada vez faltan menos. Lo que no cabe duda es que la emoción y el espectáculo irá en aumento, sobre todo porque hay otro español, Jorge Lorenzo que después de unos comienzos titubeantes, lo cierto es que lo está bordando con tres victorias consecutivas. 

Como conclusión, este año la magnificencia de este deporte va de menos a más y jornadas como la vivida hoy en Mugello perduraran en el tiempo y hará que  el motociclismo gane adeptos. 

La próxima cita será el circuito de Cataluña. Señoras y señores abróchense fuerte los cinturones. ¿Tendrá Marc por fin su día? ¿Logrará Lorenzo la cuarta consecutiva? La respuesta en tan solo dos semanas.

HONDA EN LA ENCRUCIJADA

En el año 2003 se produjo el último título de Valentino Rossi con Honda, y curiosamente en ese periodo tuvo lugar el divorcio del piloto italiano y la marca de las alas. Algo que no era comprensible a priori. Lo normal que que después de los éxitos, tanto en el campeonato de pilotos y de marcas, hubiera consenso a la hora de firmar la continuidad. Pero no, todo se rompió y partieron las peras. Según dijeron las lenguas de doble filo, los dirigentes de HRC pregonaron a los cuatro vientos que el piloto italiano vencía porque sus motos eran muy superiores a las demás. Sin embargo en la otra orilla los pensamientos eran bien diferentes como es lógico imaginar. El resultado fue que Valentino fichó por Yamaha y al año siguiente, en 2004, Rossi volvía a ser campeón del mundo, pero esta vez con la marca de los diapasones. Honda era una magnífica moto, pero él también.

A que viene esta historia en el año 2015? Pues viene a colación porque las marcas han de claudicar cuando tienen que hacerlo. Al término de la temporada anterior, y justo al día siguiente, se llevaron a cabo pruebas en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia. Se probaron motores nuevos con un incremento de la potencia notable respecto a los anteriores. Los pilotos dieron por bienvenidas  estas mejoras, pero también apuntaron que la estabilidad era menor. 

Comienza la presente temporada y Márquez, que casi siempre va por las paredes con un gran control, esta vez las cruzadas y los hundimientos de la rueda delantera han estado más presentes que otra situación anterior. Lo hemos podido observar en las cinco carreras que se han disputado, pero nunca tan claro como en la ronda francesa. Cualquier otro piloto con la moto de Marc hubiera estado en el suelo desde los primeros compases de carrera. Pronto perdió el contacto con los pilotos de cabeza y tuvo que jugársela para poder entrar cuarto a mas de diecinueve segundos de Lorenzo que fué el brillante vencedor. Esta vez su enemigo íntimo fué Ianone. Pero más que el piloto, su Ducati,  tuvo un resultado extraordinario derrotando a la Honda en punta, en aceleración y en tracción. Márquez hacía lo que podía jugándosela en cada viraje. Al final se impuso el talento a las inferiores condiciones de su moto.

Pero no fue el único, ya que Dani Pedrosa, que reaparecía en Le Mans, incidió en los mismos defectos que argumento Marc en declaraciones a los periodistas.

Los motores son los que son y no pueden reemplazarlos, pero HRC no tiene más remedio que volver a hacer de su moto un instrumento válido para ganar. A los fabricantes les interesa su campeonato de marcas y a estas alturas están bastante atrás por debajo de Yamaha y Ducati. 

Aún no se ha disputado el primer tercio del campeonato y Honda tiene que poner a trabajar a la legión de ingenieros, técnicos y probadores para volver a dotar de una moto competitiva a Márquez y Pedrosa e intentar ganar los dos campeonatos, el de pilotos y el de marcas. En las actuales circunstancias dudo mucho que ese hecho se vuelva a producir por mucho talento que derroche el actual campeón del mundo.

EL CHICO QUE CAMBIÓ EL MOTO-CROSS POR EL GOLF

Cuando Rickie Fowler irrumpió en el el circuito estadounidense de golf su presencia no pasó inadvertida. Su figura se distinguía a varios cientos de metros. Colores fluorescentes y muy chillones, y sobre todo, una gorra sobredimensionada que le tapaba hasta las orejas. Su marca de ropa sabía lo que hacía. Le vimos sacando una bola de un bunker derrapando con una moto de moto-cross, no de trial como han dicho algunos, y formando un grupo musical con Buba Watson y Hunter Mahan. En resumidas cuentas: todo un personaje, polifacético y bastante extrovertido y a la vez con un comportamiento ejemplar en el campo.

Ültimamente parece ser que ha sido cuestionado, negativamente claro, a través de una encuesta secreta elaborada con las opiniones de otros jugadores y por gente muy ligada al mundo del golf, sobre si su rendimiento en el PGA Tour, estaba supra valorado. Hablando claro: que pintaba la mona más que jugar bien a este complicado deporte que es el golf.

Pues bien, después de su actuación en la ultima jornada de The Players, me imagino que todos aquellos que votaron en su contra en la citada encuesta se habrán tenido que comer sus propias palabras. 

Cuando finalizaba ya la última ronda, del que se dice que es el quinto grande, y cuando jugaba para estar entre los cinco primeros, una secuencia de birdie, birdie, eagle y birdie en los cuatro últimos hoyos, pasó a coronar la clasificación arrollando a Sergio García que era el líder pero que no había cuajado una buena segunda vuelta. 

Que manera de jugar al golf. Extraordinario de tee a green y celestial con el putter. Sergio y Kisner no salían de su asombro intuyendo lo que estaba haciendo el californiano a tenor de los gritos del público. Al final al playoff y alli es donde Fowler remató la faena venciendo de forma contundente.

Una jornada épica de esas que hacen afición y un jugador  jóven, que lanzó unos destellos golfísticos de extraordinaria calidad. La pena de todo esto es que se llevó a Sergio García por delante cuando estaba a las puertas de conseguir la segunda victoria en este prestigioso torneo donde están todos los mejores.

En cuanto a aquellos que quisieron lanzarlo a los leones no han podido hacerlo en un momento más oportuno.
Rickie Fowler, un jovencito que en sus años mozos cambió las nerviosas motos de moto-cross por la tranquilidad de los palos de golf.

VUELVE EL MEJOR LORENZO

La ronda jerezana del Mundial, a pesar de que fue poco competida, cumplió perfectamente las espectativas. El morbo estaba en ver si se podría revivir un duelo como el de Termas del Rio Hondo. Si bien la carrera no estuvo muy competida, fue bastante más rápida que la del año pasado, pero eso si, hemos echado de menos algún duelo en la cumbre. Lorenzo volvió por sus fueros y así lo demostró desde el primer entrenamiento del viernes. Un Jorge distinto apareció en Jerez después de tres carreras en las que no se subió cajón. Por unas cosas o por otras, pasó totalmente desapercibido, y conociéndole, estaría muy decepcionado y con la moral por los suelos. Por tierras andaluzas todo cambió radicalmente. Su pilotaje fue muy dulce  y su paso por curva extraordinario, de ahí que fuera destacándose paulatinamente de Márquez, que era el que le estaba acosando en la segunda posición. Jorge estaba en estado de gracia y su diferencia iba aumentando paulatinamente hasta entrar victorioso bajo el trapo de los cuadros.

La principal incógnita, creo yo, era comprobar como estaba Marc después de la operación a la que fue sometido la semana anterior. En los entrenamientos las cosas fueron bien, aunque no consiguió la pole. En carrera dió la talla, y aunque no pudo con Lorenzo, si frenó las acometidas de Rossi que se iba acercando poco a poco hasta poco más de un segundo. Todos esperábamos la reedición de la carrera argentina, pero nuestro gozo en un pozo. Márquez sacó fuerza de flaqueza y paró el ímpetu del italiano volviendo  a recuperar los dos segundos de diferencia. Y así hasta el final. 

A la conclusión de la carrera todos pudimos apreciar su mano izquierda totalmente hinchada y según sus palabras el brazo derecho le dió mucha guerra por aquello del síndrome compartimental. Creo que las aguas han vuelto a su cauce. Espero que las carreras que se disputaran próximamente habrá un cambio notable en el desarrollo de la competición. 

Personalmente me ha dado la impresión que Valentino no ha querido ir a por uvas en Jerez, consciente de que con Marc en su feudo y después de la lección aprendida en Argentina, todo tendría un desarrollo diferente. Su diferencia en la provisional es importante y además Dovizioso, el piloto que le sigue, quedó bastante rezagado en Jerez. Los dos españoles, quizá tres cuando Pedrosa se incorpore, se lo van a poner muy difícil y esa diferencia que disfruta a buen seguro que disminuirá.

Lo cierto es que este mundial de motociclismo no da tregua y si una carrera es interesante, seguro que la siguiente lo será más.

Ahora, dentro de dos semanas viene Le Mans un circuito de acelerar y frenar, o stop and go, como dicen los más cursis amantes de los anglicismos. Una pista para estar en buen estado de forma y en la que hay que conseguir una perfecta puesta a punto en las dos variantes de mojado y seco. La lluvia casi siempre es una constante del Circuito de Bugatti. En ese caso seguro que se autoinvitarán alguno que otro a esta fiesta maravillosa, entre ellos los dos pilotos oficiales de Ducati que en Jerez pasaron de puntillas.