Cuando Rickie Fowler irrumpió en el el circuito estadounidense de golf su presencia no pasó inadvertida. Su figura se distinguía a varios cientos de metros. Colores fluorescentes y muy chillones, y sobre todo, una gorra sobredimensionada que le tapaba hasta las orejas. Su marca de ropa sabía lo que hacía. Le vimos sacando una bola de un bunker derrapando con una moto de moto-cross, no de trial como han dicho algunos, y formando un grupo musical con Buba Watson y Hunter Mahan. En resumidas cuentas: todo un personaje, polifacético y bastante extrovertido y a la vez con un comportamiento ejemplar en el campo.
Ültimamente parece ser que ha sido cuestionado, negativamente claro, a través de una encuesta secreta elaborada con las opiniones de otros jugadores y por gente muy ligada al mundo del golf, sobre si su rendimiento en el PGA Tour, estaba supra valorado. Hablando claro: que pintaba la mona más que jugar bien a este complicado deporte que es el golf.
Pues bien, después de su actuación en la ultima jornada de The Players, me imagino que todos aquellos que votaron en su contra en la citada encuesta se habrán tenido que comer sus propias palabras.
Cuando finalizaba ya la última ronda, del que se dice que es el quinto grande, y cuando jugaba para estar entre los cinco primeros, una secuencia de birdie, birdie, eagle y birdie en los cuatro últimos hoyos, pasó a coronar la clasificación arrollando a Sergio García que era el líder pero que no había cuajado una buena segunda vuelta.
Que manera de jugar al golf. Extraordinario de tee a green y celestial con el putter. Sergio y Kisner no salían de su asombro intuyendo lo que estaba haciendo el californiano a tenor de los gritos del público. Al final al playoff y alli es donde Fowler remató la faena venciendo de forma contundente.
Una jornada épica de esas que hacen afición y un jugador jóven, que lanzó unos destellos golfísticos de extraordinaria calidad. La pena de todo esto es que se llevó a Sergio García por delante cuando estaba a las puertas de conseguir la segunda victoria en este prestigioso torneo donde están todos los mejores.
En cuanto a aquellos que quisieron lanzarlo a los leones no han podido hacerlo en un momento más oportuno.
Rickie Fowler, un jovencito que en sus años mozos cambió las nerviosas motos de moto-cross por la tranquilidad de los palos de golf.
Rickie Fowler, un jovencito que en sus años mozos cambió las nerviosas motos de moto-cross por la tranquilidad de los palos de golf.
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