lunes, 4 de abril de 2016

PAWI: HA NACIDO UNA ESTRELLA?


La primera veza que estuve en Malasia, allá por los años ochenta, me llamó la atención la gran cantidad de gente que circulaba en motos pequeñas por todos los lados. La cilindrada de la inmensa mayoría era de cien centímetros cúbicos. Auténticas masas de usuarios que tenían la característica que casi todos circulaban con chaquetas puestas al revés. La explicación de este detalle era por los insectos que pululan por el aire, enormes por cierto, y que de no llevar dicha prenda, la ropa quedaba prácticamente para la lavadora o para la basura y como el calor por esa latitud es asfixiante la llevaban así para evitar achicharrarse. Motos que solamente había visto allí y que no existían en Europa. Por aquel entonces pensé que como era posible que con tanto vehículo de dos ruedas por la calle no hubiese pilotos malasios en el campeonato del mundo igual que había japoneses, por ejemplo. Luego ya en años sucesivos comenzaron a parecer muy discretamente en el mundial y casi siempre con etapa previa en el CEV. Y buena prueba de ello fue la actuación en Termas del Río Hondo de un chavalín malasio de diecisiete años llamado Khairul Idham Pawi.
Confieso que de las carreras que se disputaron hace unas horas en Argentina fue la actuación de este chico en su primera temporada en el Mundial lo que más me impactó. En realidad era la tercera vez que estaba en una parrilla de salida, ya que el año pasado estuvo de piloto invitado en Motorland. Además su carrera fue más meritoria al rodar en un asfalto que estaba medio seco, con lo cual rodar al ritmo que lo hizo, era labor para un piloto con un talento excepcional. Por supuesto que ganó la carrera, y de que manera. La ventaja sobre el segundo, el español Jorge Navarro, fue de veintiséis segundos. Una eternidad, si tenemos en cuenta las cortas diferencias que hay en la cilindrada de moto3. ¿Fue una casualidad? Creo que no. Un piloto que rueda como lo hizo ayer Pawi,  está llamado a figurar en ese grupo donde solo están los elegidos.
Buen ojo ha tenido Tadayuki Okada al fijarse en el malasio. Particularmente le vi con ese desparpajo solo al alcance de los pilotos con mucho talento. Trazaba, a pesar de los charcos, frenaba y hacía caso omiso a las indicaciones de la pizarra que le indicaban que fuera con calma, ya que el segundo estaba a mas de veinte segundos. Pero el, nada. A lo suyo que era meterse dentro del pequeño carenado de su Honda y dar gas con una inteligencia fuera de lo común. 
Me pareció ver en él a pilotos que hicieron grandes carreras en su primera temporada. Me vienen a la memoria Capirossi, Aoki, Márquez, Lorenzo y no demasiados más. Ha sido el primer malasio en vencer en un Gran Premio. Será también el primero en ser Campeón del Mundo. El tiempo lo dirá. De momento, candidato hay.


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